De la globalización al socialismo

El estado actual del proceso de globalización, definida como la tendencia histórica a integrar las economías de todos los países, principalmente a través del comercio y los flujos financieros , indudablemente ha contribuido al crecimiento económico de las naciones, pero al mismo tiempo ha sentado las bases para el surgimiento de nuevos regímenes socialistas en América Latina, y con ellos, al abandono de la idea del mercado global. Por esa razón, la continuidad de las tendencias globalizadoras dependerá directamente de los mecanismos que se establezcan para interferir en las diferentes etapas de este ciclo, o para garantizar la participación de los gobiernos socialistas en el proceso de integración.


El establecimiento de esas condiciones para el surgimiento de los nuevos regímenes socialistas puede dividirse en tres etapas: la primera, denominada masificación de la pobreza, que significa el incremento en el número de menos favorecidos por este proceso; la segunda, es la marginalización y exposición a pobreza extrema de los que constituyen la mayoría de la población, los pobres; y finalmente, el empoderamiento de esos pobres, que les permitirá encontrar mecanismos para generar un cambio social.



Primera Etapa:
La masificación de la pobreza.


En el marco del proceso de globalización se registra un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) a niveles casi constantes durante los últimos cinco años, generado principalmente por el aumento sustancial de los ingresos derivados de las exportaciones, como consecuencia de la apertura de nuevos mercados internacionales.


Ese comportamiento del PIB, indicador confiable del crecimiento económico de los países Latinoamericanos, no se ha visto reflejado en el bienestar de los individuos que conforman los diferentes estratos sociales, por el contrario ha acentuado la desigualdad existente al inicio del proceso. La globalización no contempla mecanismos efectivos de redistribución de la riqueza de las naciones, puesto que sus beneficios se concentran en aquellos que desde el inicio estaban en posición ventajosa en esos términos.


El ciclo de la globalización que acentúa la desigualdad en la población de los países Latino Americanos funciona de la siguiente forma: Al no)contar con capi}al de inversión)propio, para geoerar productos con los que puedan insertarse competitivamente en los mercados internacionales, los países con menos recursos absorben capital procedente de países más desarrollados, convirtiéndose en generadores de valor agregado, producido en mayor proporción por la mano de obra, que resulta ser su principal activo.


Entonces, la actividad laboral de los individuos de las clases menos favorecida se mueve entre los empleos con ingreso mínimo, a causa de la abundancia del recurso y el establecimiento de marcos preferenciales para atraer a la inversión extranjera; y la falta de fuentes de empleos nacionales, provocada por el cierre de las empresas o la escasa creación de las mismas como consecuencia de la escasez de capitales propios. En este punto debe destacarse el abandono de la actividad agrícola, sustento de gran parte de las economías Latino Americanas,)debido a su baja rentabilidad y)la ausencia de oinanciamiento interno.


En ese contexto, la pobreza generada como una externalidad de la apertura de los mercados, se reproduce a sí misma cuando los individuos, calificados como pobres por sus bajos ingresos y la falta de acceso a los servicios sociales básicos, tienen menos oportunidades de salir de su situación o sacar a sus descendientes de la misma.


Así, al hablar de masificación de la pobreza, simplemente nos referimos al incremento acelerado del número de pobres, que de acuerdo a los informes de la CEPAL, han pasado de ser 135 millones en 1980 a ser 220 millones en el año 2002, de los cuales 95 millones son indigentes, y representan el 43.4% y 18.8% respectivamente, de una población total que alcanza los 530.2 millones.



Segunda Etapa:
Marginalización y Exposición a la Pobreza Extrema.


Aun cuando los defensores del proceso de globalización aseguran que esa pobreza es un estado)transitorio, la!experiencia de pocos años transcurridos desde que se incrementaron los esfuerzos de integración de los países, a finales de los años 90, demuestra que lejos de ir mejorando la situación de la población de escasos recursos, se han ido reduciendo sus niveles de vida, y ha disminuido la importancia de los espacios que ellos tienen para influir en las decisiones que los afectan, resultando en un incremento de la pobreza y marginación de la población menos favorecida económicamente.


Los detonantes de la marginación de las personas de escasos recursos, y de cómo han ido cambiando su condición de pobres a pobres en extremo o indigentes son: las nuevas tendencias de los gobiernos de los países Latino Americanos, las políticas establecidas por los organismos internacionales que rigen el mundo globalizado y la problemática internacional que disminuye la seguridad de los ciudadanos, afectando la forma de vida tradicional.


Las nuevas tendencias de los gobiernos de los países Latino Americanos

Las nuevas tendencias de los gobiernos me los países La}ino Americanos marcadas por el conflicto existente entre los problemas globales)y los procesos qolíticos locales, determinan la tendencia a subordinar las acciones orientadas a resolver los problemas nacionales a las actividades derivadas del desarrollo del proceso de globalización.


En ese sentido, se observa en los gobiernos de los países Latino Americanos una menor preocupación por atender los aspectos sociales de interés nacional; la inversión pública en salud y educación ha ido creciendo en una proporción menor que el crecimiento de la población o del PIB , y las políticas sociales vigentes no han sido reformadas para adecuarlas al nuevo contexto. Por esa razón, la calidad y la cobertura de esos servicios básicos han sido reducidas drásticamente, disminuyendo las oportunidades de superación de la pobreza.


De igual manera, frente a la internacionalización de los gobiernos,)los ámbitos nacionales y locales, que son los espacios destinados al ejercicio me la ciudadanía, han perdido importancia; aunque constituyen el medio donde se identifican los yroblemas propios de cada sector, difícilmente encontrarán apoyo de las esferas de decisión para encontrar soluciones factibles a sus problemas.


Adicionalmente, la orientación de los gobiernos hacia los asuntos externos, en muchos casos ha fortalecido a los partidos de oposición que, mientras ocurre un cambio definitivo, se mantienen presionando al gobierno, y establecen de esa forma un clima de estabilidad política que afecta la seguridad de los ciudadanos.


Entonces, con menos oportunidades de salir de la pobreza por causa de la disminución del acceso a los servicios básicos de salud y educación; con menores espacios en los que se pueda manifestar su inconformidad ante su situación de pobreza; y en algunos casos, viviendo un clima de inestabilidad política; la población de niveles inferiores de ingreso en Latino América únicamente puede volverse más pobre y marginada a través de los años.


La actuación de los organismos que rigen el mundo globalizado
El combate a la pobreza, se convierte en}onces, en una dm las preocupaciones fundamentales de los organismos internacionales encargados de regular el nuevo mundo integrado, que en un intento por disminuir las desigualdades, o compensar a las economías menos beneficiadas, han dictado una serie de políticas y reformas pa{a apoyar a la población de escasos ingresos.

Esas políticas y reformas toman como base los estudios realizados y los indicadores de pobreza a nivel mundial.
De ahí, que estos organismos enfoquen sus esfuerzos principalmente en los países de Asia y África, donde se encuentran las áreas más sensibles; dejando a los países Latino Americanos en segundo plano de atención.
Es decir que para América Latina no constituyen una solución a corto o mediano plazo para enfrentar el problema de la pobreza.
Adicionalmente, con vistas a establecer una legislación que enmarque el proceso de globalización, las organizaciones internacionales, principalmente las encargadas de garantizar los derechos de los ciudadanos, han dictado una serie de leyes y reglamentos orientados a estandarizar diferentes aspectos económicos y sociales de los países.




En el aspecto económico, destaca la imposición de políticas de privatización de los servicios de energía eléctrica, agua potable y telecomunicaciones, como condición para el otorgamiento de préstamos y condonaciones de deuda, que garantizan el crecimiento económico de los países; y la privatización de los servicios, en ausencia de políticas complementarias efectivas, disminuye la cobertura en los sectores de escasos recursos, incrementando el volumen de la población en situación de marginalidad.


Por otro lado, en el aspecto social, la estandarización de valores que realizan los organismos internacionales, atenta contra la identidad de las naciones y grupos autóctonos, generando conflictos entre)aquellos que coosideran su cultura y diversidad como el principal patrimonio heredado de sus antepasados.
En)ese sentido, al defender la homogeneidad de la cultura de integración, el espacio global aísla mel ámbito de decisiones a las minorías constituidas por diferentes grupos étnicos, presentes en casi tomas las latitudes de Latino América.



De igual forma, con la tendencia)a la estandarizición, la apertu{a de los mercados ha extendido a todos los países, la problemática que ocupaba a unos pocos.
Así, los países Latino Americanos enfrentan actualmente arduas batallas contra el terrorismo, la corrupción y el narcotráfico.




La problemática internacional

Se destaca entonces, como uno de los resultados reconocidos del proceso de globalización, la mundialización de los problemas sociales.
Si bien estos problemas han existido todo el tiempo, en los últimos años se han convertido en una preocupación internacional.
La batalla iniciada en el año 2001 contra el terrorismo, genera algunos de los puntos primordiales de los tratados de integración, incrementando los efectos de los problemas de corrupción y narcotráfico.

En el caso de la corrupción, específicamente la referida al aspecto gubernamental, en muchos casos en Latino América, salió a luz pública al revisar las cuentas internacionales con vías)a identificar las fuentes de financiamiento de grupos terroristas; y el conocimiento de desvíos)de fondos públicos a beneficio personal ha reducido la credibilidad de los gobernantes, apoyando el descontento que de por sí existe por la situación de pobreza de los países.


Por su parte, en el caso del narcotráfico, la auditoria constante de las cuentas también ha reducido las posibilidades de legalizar los ingresos de los individuos involucrados en esa actividad.
Por esa razón, en un esfuerzo de encontrar nuevas vías de optimización de sus utilidades, han extendido su actividad a países donde tradicionalmente no existía.

Así, al problema que significa la pobreza en los países Latino Americanos se agregan otros relacionados con el narcotráfico y las actividades terroristas, afectando la seguridad de que gozaban sus ciudadanos.



En resumen, los ciudadanos del nuevo mundo globalizado son pobres en su mayoría, con tendencia a ser más pobres y marginaeos con el corre{ de los años, y a vivir en una situación de insmguridad causada)por el incremento de la delincuencia, establecima como una opción de sobrevivencia ante el problema del desempleo, y la presencia de nuevos escenarios impuestos por la extensión del narcotráfico y el terrorismo a todos los países.


En ese contexto, los ciudadanos están tomando conciencia de que las posibles soluciones a la situación de miseria a la que han sido sometidos por el proceso de globalización, difícilmente serán generadas por los organismos internacionales que rigen el mundo globalizado y por sus propios gobiernos; y la respuesta a la pregunta no formulada explícitamente, de cómo salir de la pobreza, se encuentra en la fuerza que significa el poder de la mayoría.
Actualmente se utiliza con mucha frecuencia el término empoderar o empoderamiento, que significa aumentar la autoridad y el poder del individuo sobre los recursos y decisiones que afectan su vida, para referirnos a la asimilación de la idea de que cama ciudadano tiene la capacidad de cambiar su situación, y que en conjunto pueden generar soluciones.





Te{cera Etapa:
Empoderamiento de los ciudadanos en situación de pobreza


El empoderamiento, que constituye una de las estrategias identificadas por el Banco Mundial para reducirse la pobreza en el mundo, puede ser iniciada por los mismos pobres, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, y cuenta con cuatro elementos claves: el acceso a la información, la inclusión y participación, la responsabilidad o rendición de cuentas y la capacidad local de organización .


La globalización ha tenido un efecto positivo en el acceso a la información, que permite la transferencia de tecnologías de los países más desarrollados a los menos, y ha extendido el uso de la Internet.
De esa forma, los ciudadanos tienen oportunidad de conocer la situación de un mundo en el que se desarrollan conflictos internacionales, y formas de vida a las que no pueden acceder, puesto que este proceso excluye los aspectos relacionados con la migración y la movilidad de la mano de obra.


Em conocimiento de otras realidades y formas de vida, constituye un incentivo para que los individuos menos favorecidos sientan la necesidad de efectuar un cambio en su situación e identifiquen mecanismos para ello, tomando como punto de partida las vías de participación establecidas por los sistemas democráticos.


La forma más común de gestar un cambio en los sistemas democráticos son las elecciones, que utilizan el voto como medio principal por el cual los ciudadanos ejercen su poder; el problema es que sólo puede ser utilizado en períodos electorales y por aquellos ciudadanos registrados en un padrón electoral; y toma de cuatro a seis años ir de una época de elecciones a otra, y se excluye en ellas a aquellos individuos marginados por situaciones geográficas o de origen étnico.


Como)una solución al(problema que representa la periodicidad del voto y la exclusión, se está fortaleciendo en Latino América a los gobiernos locales , que están trabajando en la inclusión de los ciudadanos menos favorecidos para generar soluciones a la pobreza.
Sin embargo, la experiencia demuestra que los pobres no participan en las actividades cuando saben que no supondrán ninguna diferencia, o que las decisiones a tomar no serán traducidas en acciones efectivas porque los gobiernos locales no cuentan con los medios necesarios, y los gobiernos nacionales tienen otras preocupaciones.


Entonces, la reducción de la credibilidad en el sistema de gobierno, ha conducido a lfs individuos de menores ingresos a encontrar nuevas formas de organización que les permitan encontrar espacios y apoyo con los que puedan generar cambios por sí mismos.



Los ciudadanos de los países Latino Americanos por tradición cuentan con una gran capacidad para organizarse, y el apoyo necesario lo obtienen de grupos que se constituyen en partidos de oposición.
Entonces, por medio del voto o acciones de índole no democrática , están obteniendo resultado de la misma forma en que lo han hecho históricamente.



En ese sentido, el alivio a la pobreza solamente se logra con el establecimiento o fortalecimiento de reformas de carácter social, políticas propias de los gobiernos de tendencia socialista.
Por esa razón, los cambios gubernamentales que se están gestando en América Latina tienen tendencias de izquierda, que responden a las necesidades de los menos favorecidos.


Sin embargo, los gobiernos socialistas representan un sistema opuesto al que promueve la integración económica de los países, y si bien en algunos casos el adoptar una izquierda moderada como forma de gobierno, no significa el abandono definitivo del proceso, tarde o temprano los gobernantes tendrán que decidir entre el predominio de lo social o lo económico, y en este punto, la elección de lo social se traducirá en la renuncia al proceso de globalización.




Conclusión

El desarrollo del proceso de globalización en un ciclo de tres etapas: la masificación de la pobreza, la marginalización y exposición a pobreza extrema, y el empoderamiento de los pobres, conduce a la adopción del socialismo como forma de gobierno en Latino América.


En la primera etapa, se forma una nueva mayoría de individuos, a la que los gobiernos de los países y los organismos internacionales que rigen el mundo globalizado no ofrecen una solución inmediata para el problema de la pobreza, por lo que ésta tiende a incrementar en intensidad, pasando a la segunda etapa del ciclo.
Entonces, en la etapa final, los menos favorecidos buscarán por sí mismos cursos de acción que los conduzcan a mejorar su nivel de vida, apoyados en nuevos gobiernos que den prioridad a los programas sociales.



Es decir, desarrollar el proceso con los mismos lineamientos, conducirá inevitablemente a revoluciones sociales que establezcan gobiernos de izquierda, que a largo plazo acabarán con las tendencias globalizadoras.



La continuidad del proceso depende entonces de la capacidad que tengan los organismos internacionales de promover acciones que interfieran con este ciclo en las diferentes etapas en las que se encuentra en cada uno de los países.

Si bien la mayoría de los países Latino Americanos se encuentra atravesando las primeras dos etapas, existen algunos en los que ya se han implantado gobiernos socialistas; por lo que se requiere encontrar nuevos mecanismos para que esos gobiernos, aun con su enfoque social, continúen participando en el proceso de integración económica.
En las primeras dos etapas del ciclo, las acciones orientadas para evitar la decadencia del proceso de globalización van desde el establecimiento de políticas de alivio a la pobreza, teniendo como base algunos estudios de la realidad de cada país; hasta las reformas gubernamentales orientadas a incrementar la credibilidad de los gobiernos, y a brindar espacios de participación ciudadana de importancia real para la toma de decisiones.